Artrosis: síntomas, causas y tratamiento
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Artrosis: síntomas, causas y tratamiento
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Artrosis: La artrosis es un proceso crónico de las articulaciones caracterizado por la degeneración....
La artrosis, también llamada osteoartritis o artropatía degenerativa, es la enfermedad articular más común, ya que es una consecuencia natural del proceso de envejecimiento, y en ella una o más articulaciones sufren cambios degenerativos. La mitad de las personas mayores de cincuenta años están afectadas por esta enfermedad, aunque en algunos casos puede aparecer a partir de los treinta o de los cuarenta años de edad.
A pesar de que puede afectar cualquier articulación del cuerpo, las más comunes son las artrosis de caderas, de rodillas, de manos, de cuello y de espalda. Se trata de una enfermedad dolorosa, que no plantea riesgos mortales, aunque puede llegar a producir rigidez de las articulaciones, con las consecuentes limitaciones de movimientos que, en casos avanzados, pueden causar invalidez. Si bien se desconocen las causas que provocan el desarrollo de esta dolencia, el proceso por el cual se produce la degeneración articular es perfectamente conocido.
SÍNTOMAS.
Durante un período de meses o de años se producen intervalos de dolor, hinchazón o rigidez de las articulaciones afectadas. Aunque suele atacar a varias articulaciones de modo simultáneo, los síntomas se presentan solamente en una o dos de ellas. La intensidad del dolor no está relacionada de forma directa con el grado de alteración de la articulación, pero sí tiene mucho que ver con el estado de reposo o de movimiento de ella. Es característico que se presente después de que la articulación afectada haya estado en reposo algunas horas, y que desaparezca a medida que ésta se va moviendo. La hinchazón varía en cada caso. Puede ser escasa o, por el contrario, la zona afectada puede presentar una gran inflamación.
La osteoartritis también provoca rigidez, que suele ser más intensa por la mañana, aunque casi siempre se nota un considerable alivio al mover la zona afectada. En los estados avanzados de la enfermedad se pueden llegar a alcanzar grados considerables de deformidad debido a que la articulación se encuentra desprovista del cartílago. De esta forma, los huesos quedan en contacto directo y reaccionan formando callosidades en las zonas de roce. Comienzan entonces las deformaciones, que en muchos casos intensifican el dolor ya existente. En esta fase de la enfermedad también pueden percibirse con frecuencia crujidos característicos que acompañan el movimiento articular.
EVOLUCIÓN.
Como ya se ha mencionado, no se conocen las causas de esta enfermedad, pero sí la evolución que sigue una vez declarada. En su primera fase, provoca la aparición de pequeñas fisuras en la superficie del cartílago que recubre los extremos de los huesos y actúa como amortiguador entre éstos. A medida que la enfermedad avanza, el cartílago se va desgastando hasta convertirse en una capa tan delgada que no puede cumplir su función específica e, inclusive, puede desaparecer por completo dejando desprotegida la articulación entre los huesos.
Esta situación suele provocar un dolor intenso, que se verá acentuado por el que producen en sí las proliferaciones, en forma de picos, que surgen en los extremos de los huesos a causa del roce directo. Además, esta anomalía ósea causada por la enfermedad, origina rigideces que pueden conducir a la incapacidad de utilización de un miembro para realizar actividades. El peso que debe soportar una articulación también es un factor que debe tenerse en cuenta, puesto que puede causar fuertes dolores adicionales. No obstante, y esto es una paradoja, constituye a su vez uno de los interrogantes en cuanto al origen de la enfermedad, puesto que, si se tratara de soportar un gran peso, sería lógico que las articulaciones más afectadas fueran las de los tobillos y, sin embargo, son las menos afectadas. Este simple hecho pone en evidencia lo poco que se sabe aún acerca de las causas últimas de la artrosis.
TRATAMIENTO.
Se administran analgésicos antiinflamatorios para mitigar el dolor, y entre ellos la aspirina es el más indicado. En los casos de dolor intenso es aconsejable el reposo de las articulaciones afectadas. Sin embargo, hay que señalar que un reposo excesivo no resulta beneficioso.
También se suele recomendar la aplicación local de calor. En casos extremos debe recurrirse a una intervención quirúrgica, que consiste en la sustitución de las articulaciones lesionadas por prótesis.
La artrosis, también llamada osteoartritis o artropatía degenerativa, es la enfermedad articular más común, ya que es una consecuencia natural del proceso de envejecimiento, y en ella una o más articulaciones sufren cambios degenerativos. La mitad de las personas mayores de cincuenta años están afectadas por esta enfermedad, aunque en algunos casos puede aparecer a partir de los treinta o de los cuarenta años de edad.
A pesar de que puede afectar cualquier articulación del cuerpo, las más comunes son las artrosis de caderas, de rodillas, de manos, de cuello y de espalda. Se trata de una enfermedad dolorosa, que no plantea riesgos mortales, aunque puede llegar a producir rigidez de las articulaciones, con las consecuentes limitaciones de movimientos que, en casos avanzados, pueden causar invalidez. Si bien se desconocen las causas que provocan el desarrollo de esta dolencia, el proceso por el cual se produce la degeneración articular es perfectamente conocido.
SÍNTOMAS.
Durante un período de meses o de años se producen intervalos de dolor, hinchazón o rigidez de las articulaciones afectadas. Aunque suele atacar a varias articulaciones de modo simultáneo, los síntomas se presentan solamente en una o dos de ellas. La intensidad del dolor no está relacionada de forma directa con el grado de alteración de la articulación, pero sí tiene mucho que ver con el estado de reposo o de movimiento de ella. Es característico que se presente después de que la articulación afectada haya estado en reposo algunas horas, y que desaparezca a medida que ésta se va moviendo. La hinchazón varía en cada caso. Puede ser escasa o, por el contrario, la zona afectada puede presentar una gran inflamación.
La osteoartritis también provoca rigidez, que suele ser más intensa por la mañana, aunque casi siempre se nota un considerable alivio al mover la zona afectada. En los estados avanzados de la enfermedad se pueden llegar a alcanzar grados considerables de deformidad debido a que la articulación se encuentra desprovista del cartílago. De esta forma, los huesos quedan en contacto directo y reaccionan formando callosidades en las zonas de roce. Comienzan entonces las deformaciones, que en muchos casos intensifican el dolor ya existente. En esta fase de la enfermedad también pueden percibirse con frecuencia crujidos característicos que acompañan el movimiento articular.
EVOLUCIÓN.
Como ya se ha mencionado, no se conocen las causas de esta enfermedad, pero sí la evolución que sigue una vez declarada. En su primera fase, provoca la aparición de pequeñas fisuras en la superficie del cartílago que recubre los extremos de los huesos y actúa como amortiguador entre éstos. A medida que la enfermedad avanza, el cartílago se va desgastando hasta convertirse en una capa tan delgada que no puede cumplir su función específica e, inclusive, puede desaparecer por completo dejando desprotegida la articulación entre los huesos.
Esta situación suele provocar un dolor intenso, que se verá acentuado por el que producen en sí las proliferaciones, en forma de picos, que surgen en los extremos de los huesos a causa del roce directo. Además, esta anomalía ósea causada por la enfermedad, origina rigideces que pueden conducir a la incapacidad de utilización de un miembro para realizar actividades. El peso que debe soportar una articulación también es un factor que debe tenerse en cuenta, puesto que puede causar fuertes dolores adicionales. No obstante, y esto es una paradoja, constituye a su vez uno de los interrogantes en cuanto al origen de la enfermedad, puesto que, si se tratara de soportar un gran peso, sería lógico que las articulaciones más afectadas fueran las de los tobillos y, sin embargo, son las menos afectadas. Este simple hecho pone en evidencia lo poco que se sabe aún acerca de las causas últimas de la artrosis.
TRATAMIENTO.
Se administran analgésicos antiinflamatorios para mitigar el dolor, y entre ellos la aspirina es el más indicado. En los casos de dolor intenso es aconsejable el reposo de las articulaciones afectadas. Sin embargo, hay que señalar que un reposo excesivo no resulta beneficioso.
También se suele recomendar la aplicación local de calor. En casos extremos debe recurrirse a una intervención quirúrgica, que consiste en la sustitución de las articulaciones lesionadas por prótesis.
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Pe.
Mariquita Pe- Cocinera Real
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