La Casa De Amityville
La Casa De Amityville
Año 1974. Ronald DeFeo asesina a sus padres y a sus cuatro hermanos en su casa de Amityville. Lo único que argumenta en su favor es que una voz le insistía para que les matara.
Año 1975. El matrimonio Lutz compra la casa de Amityville y se va a vivir allí con sus hijos. En veintiocho días saldrán espantados de la casa debido a las agresiones espectrales y los fenómenos poltergeist que les acosan.
Año 1979. El escritor Jay Anson publica “El horror vuelve a Amityville”, también conocido como “Aquí vive el horror” (y
Año 1979. Stuart Rosenberg dirige la película «Terror en Amityville». Jay Anson participa en el guión. James Brolin y Margot Kidder dan vida a George y Kathy Lutz.
Año 1982. Damiano Damiani dirige la película “Amityville II”
Año 1983. Richard Fleischer dirige Amityville 3-D (la tercera parte, esta vez siguiendo la moda de las gafitas de 3-D)
Y así unas cuantas películas más sacadas directamente en vídeo o filmadas para televisión hasta que en el 2005 el director Andrew Douglas vuelve a filmar la versión original, “Terror en Amityville”, con Ryan Reynolds y Melissa George como el matrimonio Lutz, y teniendo a Jay Anson de nuevo para colaborar en el guión. En España se tituló “La morada del miedo”.
El hecho de que tras los acontecimientos acaecidos en Amityville se propagaran libros y películas basadas en la historia, así como el cobro de algunas entrevistas por parte de los Lutz, hizo que a estos se les acusara de mentirosos y farsantes. Cuando hay ganancias de por medio, es difícil creer… claro que también es viable aquello de “si la gente quiere conocer mi sufrimiento, al menos que paguen por ello” ¿o no?.
El caso es que tampoco ayudó mucho que la Diócesis Católica de Rockville, la policía de Amityville e incluso los propios Lutz, negaran que aquello ocurriera. En el caso de los Lutz, fue años más tarde cuando se desdijeron de algunas de las cosas que habían contado. No es que lo negaran absolutamente, pero sí dijeron que habían engordado la historia.
En el 2006, es el escritor español Carlos Cala Barroso quien, empujado por su interés en Amityville desde que era crío, decide escribir un libro que comienza como una investigación y termina novelando, relatando los hechos de una forma distinta: nos cuenta todo desde “el principio”. En “Aquella casa maldita en Amityville” conocemos lo que no sabíamos antes: todos los detalles acerca de lo que sucedió cuando Ron DeFeo asesina a su familia, así como lo sucedido después de que los Lutz abandonaran la casa. Puedes navegar por distintas páginas de internet para buscar información, pero al final lo encontrarás casi todo en un mismo libro.
Pero vamos por partes, en este reportaje vamos a conocerlo prácticamente todo de Amityville, dejando, por supuesto, una parte de intriga para que quien esté deseando leerse el libro de Carlos Cala Barroso, lo haga y lo disfrute.
La familia DeFeo fue asesinada el 13 de noviembre de 1974, y está enterrada en el Cementerio Saint Charles en el condado de Suffolk, New York.
Ronald DeFeo, el padre, tenía 44 años.
Louise DeFeo, la madre, tenía 43 años.
Dawn DeFeo, la hija mayor, tenía 18 años.
Allison DeFeo tenía 13 años.
Mark DeFeo tenía 12 años
John DeFeo tenía 9 años.
Cementerio donde están sus cuerpos, y losa principal
Cuando hice este reportaje, habían fallecido también los señores Lutz, George y Kathy, aunque no se conoce dónde fueron enterrados.
Kathy Theresa Lutz falleció el 17 de agosto del 2004. Había tenido cinco hijos, los tres primeros de un matrimonio anterior (Christopher, Daniel y Melissa), y los dos siguientes de George (Gabrielle y Noel).
George Lee Lutz falleció con 59 años por causas naturales (fallo cardíaco) el 8 de mayo del 2006 en Las Vegas. Cuando falleció tenía una novia de Las Vegas, Cindy Stock.
Cuando falleció Kathy, George y Kathy Lutz llevaban un tiempo divorciados.
La casa de Amityville puede denominarse mansión por lo grande que es. Además abarca bastantes hectáreas y un embarcadero. Está en una buena zona dentro del estado de Nueva York, y su precio no sería asequible de no haber ocurrido allí algo muy macabro: un asesinato múltiple.
Su aspecto ha sido fotografiado de varias maneras, y siempre da cierta impresión ver la casa si no se te va de la cabeza lo que ocurrió allí.
Su origen comenzó con el sótano, y más tarde se construyó el resto de la casa, siendo ésta de origen colonial alemán.
El terreno fue anteriormente un sanatorio para enfermos mentales de los indios nativos donde, lejos de curarlos, se dejaban allí simplemente para que no estuvieran sueltos. Más tarde se hizo con el terreno un exiliado de Salem que practicaba la brujería.
La casa de los DeFeo y más tarde de los Lutz, está situada en el pueblo de Amityville, en el sur de Long Island, a veinte millas de la ciudad de New York.
En la casa se descubrió una habitación pequeña en el sótano que contenía un pozo y que no estaba ilustrada en los archivos. Esta habitación tenía las paredes pintadas de rojo y se convirtió en uno de los misterios de Amityville.
Ronald DeFeo, más conocido como Butch, tenía un expediente policial por un problema de drogas y las relaciones con su padre últimamente no eran buenas. Trabajaban juntos en un concesionario familiar y a veces iban juntos al trabajo.
El 13 de noviembre del 1974 Ronald/Butch llevó a cabo lo que llevaba tiempo planeando, aunque luego diría que aquello fue una “orden” porque escuchaba una voz que le decía que tenía que hacerlo. Drogó a su familia para que no se despertaran mientras cometía los asesinatos y esperó a las 3.15 h. de la madrugada. Ni siquiera llegó a meterse en la cama, sólo se tumbó. Llegada la hora se levantó y cogió un rifle de caza de los muchos que tenía en su habitación pues era aficionado a este “deporte”. Entró primero a la habitación de sus padres y les disparó. Tenía cuatro hermanos, dos chicas y dos chicos. Los chicos dormían en la misma habitación, la niña de 12 años vivía en la misma planta que sus padres, pero la dejó para más adelante. Precisamente esta fue la única persona que se despertó cuando escuchó los tiros. Butch descubriría más adelante que fue la única que se dejó el primer plato, donde metió la droga para dejarles kao y que no se enteraran de nada. La mató igualmente, pero antes la llevó hasta su cama. Se cargó a todos los hermanos, a algunos los tapó con una manta, los puso como si estuvieran durmiendo, boca abajo y con los brazos bajo la cabeza, cruzados, limpió parte de la sangre de las paredes, y cuando terminó se marchó a trabajar. Lo hizo más temprano de lo habitual pero se buscó una excusa: no podía dormir y así adelantaba en el trabajo. Como su padre tenía que hacer una venta aquella mañana le vino bien que no apareciera y así tener más tiempo para buscarse una coartada. Durante la mañana hizo algunas llamadas a casa sabiendo que nadie respondería, y cuando habló con su novia decidieron comer juntos. De ese modo el tiempo se alargaba y su coartada, al menos eso creía él, se hacía más consistente.
En ese tiempo ve a su amigo Bobby y éste le comenta que ha pasado por su casa y allí estaban los coches aunque nadie le abre la puerta para recoger el periódico que les llevaba como cada día. Esto le viene muy bien a Butch, de modo que tras la cita con su novia, va al bar donde ha quedado con Bobby y le pide ayuda aprovechando que su amigo también estaba mosca. Se muestra aparentemente preocupado por su familia porque también él ha estado en la casa pero sin poder entrar por falta de llaves e igualmente se ha extrañado de que nadie abriera la puerta.
En la entrada de la casa se encuentran con otro amigo, Joe Yeswit, que es quien avisa a la policía cuando Butch verifica que su familia ha sido asesinada.
Aquí empieza la segunda parte del horror, cuando la policía de Amityville descubre los cadáveres de Ron, Louise, Dawn, Allison, Mark y John .
La policía pronto descubre lagunas en la coartada de Butch y éste, tras intentar echarle las culpas a otro, acaba confesando que él mismo fue quien mató a su familia, pero –al menos para los escépticos en temas paranormales- para escudarse en su inocencia, dice que fue una “voz” quien le ordenó hacerlo. A partir de este momento su abogado defensor trata de hacerlo pasar por un demente y así conseguir una condena más pequeña, pero Butch no se libraría de los 25 años de cárcel por cada asesinato cometido.
Durante las pesquisas se descubre que Ronald DeFeo, el padre, tenía grandes cambios de humor sin motivo aparente, convirtiéndose en una especie de tirano ante sus hijos, mientras que para las amistades era una persona amable y afable.
También sale a la luz el expediente policial de Ronald/Butch así como su mala relación con el padre debido a la carga que mantuvo por los enfrentamientos con éste. Ambos se parecían en carácter, pero uno era el padre y el otro, el hijo. Tiene que soportar la tiranía del padre y tragarse las fuertes discusiones con la madre. Se convierte en un niño solitario que años más tarde explotaría. En cambio nada de esto le sirve en el juicio para salvarse de la condena o, al menos, rebajarla. Para paliar el comportamiento de Butch, sus padres se dedicaron a “comprarle” con dinero. Le hacían regalos y le daban dinero a cambio de tener una convivencia más tranquila. El tener dinero en sus manos sólo empeoró las cosas en este joven estudiante.
Cuando Butch estudiaba llegó a liderar un grupo de violentos vándalos. En esta época tomaba LSD y también coqueteaba peligrosamente con la heroína. Sus padres decidieron sacarle de la escuela parroquial con 17 años.
Mientras tanto el matrimonio DeFeo seguía teniendo sus fuertes discusiones y en una de estas el joven Butch, harto de presenciarlas, se dirigió con una escopeta en las manos y apuntó a su padre. Le gritó que abandonara de una vez a su madre y le aseguró que le iba a hacer pagar por sus malos tratos. Llegó a disparar, pero el gatillo se encasquetó y no ocurrió nada.
Para salir del paso Butch buscó dinero fácil y cometió un robo en la empresa de su abuelo. Fue a meter dinero en el banco pero no lo hizo, mintió asegurando que le habían robado. Cuando la policía le interrogó se dieron cuenta de que algo fallaba en su historia y el abuelo decidió dejarlo pasar y no poner una demanda.
Butch odiaba a su padre, tenía mal carácter y era violento. Días después de su delito pecuniario cometió otro más grande: asesinar a toda su familia.
George Lee Lutz tenía su propia empresa de construcción. Kathleen Theresa Lutz (Kathy) estaba casada en segundas nupcias con él. Era viuda y había tenido tres hijos de su anterior matrimonio, Daniel, Christopher y Melissa/Missy. Decidieron comprar la casa de Amityville porque pensaron que era una gran oportunidad debido al precio. No era de extrañar que siendo tan grande se vendiera tan barata, pero aunque se les comunicó a los Lutz lo que ocurrió allí con los DeFeo, decidieron comprarla y endeudarse. Después de todo, los fantasmas no matan, las casas tampoco, sólo matan las personas. Con esta premisa se mudaron al 112 de Ocean Avenue en Amityville.
Según los Lutz, desde el primer día en que pisaron aquella casa, sucedió algo. Así día tras día y noche tras noche durante veintiocho días, momento en el que abandonan la casa.
El primero en darse cuenta de que sucede algo es el padre Pecararo, amigo de la familia que acude el día de la mudanza para bendecir la casa. Cuando está dentro intentando hacer su trabajo se siente mal, rechazado por una fuerza que no conoce, y escucha claramente como una voz le dice “Fuera de aquí”. A partir de ese momento el cura se marcha y no vuelve más, y cualquier intento por ponerse en contacto con los Lutz a través del teléfono es prácticamente imposible. Las pocas veces que consiguen contactar, la conexión se estropea. Además, el padre Pecararo sufre en sus propias carnes según su testimonio estigmas, fiebres sin origen aparente y un olor terrible que le persigue (el olor a excrementos es, según la demonología, signo de que hay un ser demoníaco. Este olor nauseabundo también se olería en la casa de los Lutz).
Durante su estancia en Amityville, los Lutz vieron como se abrían solas las ventanas para dejar entrar el frío de fuera, las puertas se cerraban, masas viscosas envolvían las paredes, mejungues mugrientos, lodosos y malolientes salían de los retretes… El frío gélido acompañaba siempre a George Lutz. Kathy Lutz levitaba sobre su cama, tenía pesadillas en las que aparecía el suceso de los asesinatos de los DeFeo, y a veces sentía una presencia tranquila que la abrazaba, ésta iba acompañada de olor a rosas (un buen signo). La pequeña de los Lutz, Melissa, estaba siempre acompañada por una amiga invisible, una tal Jodie que en realidad parecía tratarse de un cerdo de ojos rojos que se ponía a dos patas y aconsejaba a la niña (malos consejos, por supuesto). Los hermanos se pasaban el tiempo peleándose, algo que no solían hacer, al menos no con aquella violencia. El carácter en general cambió, pero quien más lo acusó fue George, que de pronto se hizo un tipo más cerrado, se comportaba con dureza con los niños –algo que anteriormente no hacía-, y se obsesionaba con dos detalles: el frío que le perseguía, y despertar cada noche a las 3.15 h. de la madrugada, hora en que Butch DeFeo había asesinado a su familia.
Además del padre Pecararo hubo más personas que fueron testigos de que en la casa ocurría algo. Una joven con sensibilidad que entró en la casa a petición de George salió de allí espantada al darse cuenta de que la presencia que ocupaba el lugar era demasiado fuerte y demoníaca. La cuñada de los Lutz (mujer del hermano de Kathy), vio a los pies de su cama a una niña y no pudo soportarlo. Aunque le dijeron que fue una pesadilla ella sabía que era real y no quiso volver.
Con la destrucción de una enorme puerta de toneladas de peso, la entrada a mansalva de agua de tormenta en la casa en plena madrugada cuando están dormidos habiendo dejado las ventanas cerradas, la visión de una Kathy envejecida levitando sobre la cama en dirección a la ventana, la masa de moscas que se pegaba a una de las habitaciones, los estigmas que sufría Kathy mientras dormía, los muebles que se arrastraban y cambiaban de posición, las imágenes que proyectaba el fuego de la chimenea, los poltergeist que ocurrían a las 3.15 h de la madrugada, hora en que se despertaba George, y el fantasma del hombre –un ente- que habitaba la casa (y un largo etc…) la familia Lutz decidió salir de su hogar, abandonarlo y no volver jamás. Ni siquiera para recoger sus objetos personales.
En 1976 el matrimonio formado por Ed y Lorraine Warren (demonólogo él, clarividente ella) se interesaron por la casa y decidieron pasar un tiempo dentro de ella. Sus declaraciones acrecentaron la leyenda de la casa poseída pues ambos dijeron que habían escuchado voces y que sentían la presencia de espíritus demoníacos. Iban a cargo del Canal 5 de New York, lo que dio más publicidad al caso. Acudieron en grupo a la casa e hicieron sesiones espiritistas.
Más adelante Joe Nickell, en su libro “Entidades: Angeles, espíritus, demonios y otros seres extraterrestres” contaría que además de las sesiones de espiritismo, el grupo aconsejó realizar allí mismo un exorcismo. También dejó claro en su libro que un señor que vivió en la casa más adelante, confesó que no había vivido ninguna experiencia paranormal, lo mismo que el matrimonio formado por James y Barbara Cromarty quienes aseguraron que no sucedía nada extraño en la casa (excepto que los turistas se empeñaran en acercarse a la casa y destrozar su nueva propiedad).
• Según contara Barbara Cromarty a Joe Nickell, en la casa no había podido ocurrir nada de lo que contaron los Lutz porque la casa estaba en perfectas condiciones cuando la compraron: las bisagras de las puertas y ventanas, cerraduras y perillas, estaban intactas. Ninguna fuerza sobrenatural las destrozó. Según ella, además, no había ningún tipo de daño en el barniz ni en la pintura de la casa.
• Según el relato de los Lutz se hizo una llamada telefónica a la policía para pedir ayuda, pero en el archivo del Departamento de Policía de Amityville esta llamada no consta.
• George Lutz afirmó haber visto huellas de un cerdo en la nieve fuera de su casa (el supuesto Jodie), algo que Kathy confirmó al salir con él y verlas también aunque menos profundas, sin embargo los registros meteorológicos de esa temporada no registraron nieve suficiente para dejar este tipo de huellas.
Para los no escépticos -o creyentes- buscar una posibilidad que refute estas teorías es posible. Por ejemplo, la casa se arregló antes de ser vendida para que la venta fuera más viable. Posible. La policía no se molestó en registrar la llamada de los Lutz o en verificarla por falta de interés. Posible también. La nieve en ese punto exacto de la casa podría haber sucedido de una forma inusual debido a los otros acontecimientos que rodeaban el lugar (no deja de ser un fenómeno paranormal). Igualmente posible. Del mismo modo en que se puede romper una teoría a favor, también podría desmantelarse una en contra.
• El abogado William Weber que anteriormente trabajó en la defensa de Ronald DeFeo, contó que el matrimonio Lutz acudió a él para sugerir la posibilidad de escribir una historia de terror acerca de la posesión demoníaca de la casa. Según Weber, la historia se forjó con varias botellas de vino que se bebieron los Lutz y él mismo. Todo esto habría sido con la idea de ganar dinero porque lo necesitaban ya que estaban a dos velas. (Weber les demandó por haber realizado el libro sin su colaboración, tal y como habían quedado)
Bueno, pues hasta esta apreciación podría, si se quisiera, negarse. En “Aquella casa maldita en Amityville” Carlos Cala Barroso asegura que los Lutz nunca tuvieron problemas económicos, y que su empresa era próspera. Además, no olvidemos que según los Lutz hay más testigos de estos acontecimientos, tendrían que haber mentido incluso por encima de ellos.
Y ahora viene la prueba de fuego:
• Durante el juicio que se celebraría a causa de la demanda de Barbara y James Cromarty por daños y perjuicios, los Lutz asegurarían ante el juez que los hechos acaecidos en el 112 de Ocean Avenue habían sido inventados.
¿Negar esto? Eso ya es casi imposible. Podríamos decir que les convenía mentir porque nadie iba a creerles una verdad tan espantosa pero lo cierto es que los Lutz, con el tiempo, llegaron a confesar que se inventaron parte de la historia. Probablemente los Lutz vivieron algún tipo de molestia sobrenatural, quizás ruidos de muebles arrastrándose, ventanas abriéndose solas, o sea algún tipo de poltergeist que tampoco es tan raro, y alguna que otra cosa más que les asustara, y sin embargo salir de allí a sólo 28 días de estancia resultaba ridículo para tan poca cosa. Hay gente que pagaría por vivir cosas así (hay de todo en la viña del señor ¿no?). El caso es que saldrían espantados y decidirían que la historia era muy poca cosa para no resultar avergonzados, y quien sabe, igual a partir de ahí decidieron agrandar la historia. Sabemos pues que tenían dinero y que la empresa iba bien pero, es bien sabido que dinero llama a dinero y que la avaricia rompe el saco; quizás vieron una forma estupenda de ganar dinero así y, como os recuerdo, con cuatro sonidos y un par de poltergeist no iban a conseguir nada, necesitaban algo más demoníaco. Además el origen de la casa se prestaba pues bajo el terreno (precisamente del área de la piscina) fue donde antiguamente hubo un sanatorio para enfermos y dementes a los que se dejaba morir.
Personalmente sólo puedo decir una cosa. Leí el libro de Jay Anson muerta de miedo, por las noches cerraba el libro y le daba la vuelta porque la portada era espantosa y provocaba pesadillas. Mientras lo leía investigué algo en internet y descubrí que habían sido acusados de fraude. En ese momento el libro dejó de darme miedo, y también le quitaron la gracia.
Me he leído el libro de Carlos Cala Barroso con mucho interés, porque me interesaba conocer los detalles del macabro asesinato múltiple, y no me arrepiento en absoluto. Él, como yo, vio la película muy jovencito y se apasionó con la historia. Además, Carlos Cala Barroso está convencido de los hechos ocurridos en la casa de Amityville a pesar de las noticias que en internet cuentan que los Lutz desmintieron parte de la historia.*
• Hay noticias falsas en internet como que la casa quedó abandonada y nunca más nadie volvió a vivir en ella. En realidad sí fue comprada por dos matrimonios más y en la actualidad siguen soportando que los turistas se hagan fotos delante de la casa.
• Se dice que Ronald / Butch estaba casado cuando sucedieron los asesinatos e incluso que ella hubiera podido tener algo que ver.
• Ronald DeFeo tiene en la actualidad una página web oficial que lleva su esposa donde trata de demostrar las injusticias que se cometieron en Amityville con su marido.
• La actriz Meg Ryan participó en la película Amityville 3-D.
• El lugar donde ocurrió todo, Amityville, fue donde curiosamente se rodó la película “Tiburón”.
• Como ironía del destino, los DeFeo pusieron un cartel en la casa cuyo lema decía “Grandes Esperanzas”.
• Ron/Butch DeFeo asistió a un psiquiatra años antes del asesinato debido a su carácter (solía ir con malas compañías y meterse en líos, desobedecía cualquier orden de sus padres y se llevaba mal con ellos) pero el psiquiatra no consiguió nada con él y lo dejaron por imposible.
• Los Lutz, Jay Anson y los editores de la novela fueron demandados por el matrimonio James y Barbara Cromarty, siguientes propietarios de la casa del 112 de Ocean Avenue, porque en el libro que contaba “su historia” inventaron hechos fraudulentos que ocasionaron la pérdida de intimidad de los nuevos dueños de la casa y destrucción de la propiedad, debido a la cantidad ingente de personas que visitaban la casa a causa de hacerse pública la historia.
• El médico psiquiatra Dr. Daniel Swartz, que fue nombrado para ocuparse de la parte de la defensa de Butch DeFeo, más tarde sería el mismo que atendería al asesino en serie David Berkowitz, más conocido como “El hijo de Sam”. (Su celebridad se fue al traste porque diagnosticó enfermedad mental a Berkowitz erróneamente, algo que se comprobó años más tarde).
Reportaje: Krue
la.
Nashrules- Exclav@
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Localización : Vigo
Inscrito : 05/07/2010
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