Anorexia: síntomas, causas y tratamiento
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Anorexia: síntomas, causas y tratamiento
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Anorexia: La anorexia nerviosa consiste en la disminución o la ausencia de apetito y el rechazo de...
Aunque la anorexia nerviosa es una enfermedad en sí misma, con frecuencia es un síntoma de problemas psicológicos relacionados con el entorno familiar. Su difusión es casi exclusiva en los países desarrollados y su incidencia, abrumadoramente mayoritaria entre las familias cuya situación económica oscila entre buena y excelente. Algunas adolescentes utilizan el rechazo de la comida en señal de rebelión contra situaciones familiares que las oprimen, y que por diversas causas no pueden verbalizar, o como expresión de un deseo del subconsciente de escapar a una madurez que se aproxima. Otras, emocionalmente inseguras y, en cierta medida, influidas por el moderno culto a la esbeltez, se convencen de tener un peso excesivo, aunque de hecho no lo tengan, por lo que se someten a severos regímenes de adelgazamiento con tal grado de obsesión que, casi sin darse cuenta, llegan a encontrarse en un estado anoréxico.
CAUSAS.
La anorexia es un tipo de afección bastante frecuente en la actualidad, mientras que hasta hace pocos años era considerada una rareza. Las estadísticas modernas indican que un adolescente de cada cien sufre anorexia, que en el 90% de los casos afecta a las mujeres y que es padecida por sólo uno de cada 2.000 varones, aunque su incidencia entre éstos cada día va en aumento. En casi todos los casos hay que buscar las causas en el estado psicológico de los afectados. Con frecuencia, las jóvenes experimentan una gran autoestima, así como falta de confianza en sí mismas provocadas, por ejemplo, por el hecho de pertenecer a una familia con padres superprotectores, que interfieren en la independencia de la joven y en el desarrollo de su propia identidad. Otros motivos de la aparición de la anorexia se encuentran en la obsesión de algunas jóvenes por mantener una figura aniñada y asexuada, como un rechazo a los cambios físicos y sociales que supone crecer, madurar y tener que asumir las responsabilidades inherentes a un adulto.
No obstante, en la mayoría de los casos tiene cierta influencia el concepto estético que rige en la actualidad, que asocia la belleza a la delgadez, lo que impulsa a muchas jóvenes a someterse a dietas alimentarias drásticas para aumentar su atractivo sexual. La diferencia que supone practicar un régimen estricto para una persona anoréxica y para una que no padece esta enfermedad reside en que la anoréxica está sometida a las restricciones alimentarias de forma tan impulsiva y obsesiva que no puede abandonarlas, mientras que la persona que no sufre esta dolencia puede suspenderlas cuando lo desee.
SÍNTOMAS.
Cuanto antes se detecten los síntomas de la anorexia, mayores serán las posibilidades de tratar con buen éxito a las jóvenes que la padecen. El primero de ellos es la marcada pérdida de peso sin vistas a abandonar la dieta alimentaria una vez que ya se ha logrado el propósito inicial, es decir, cuando se nota una cierta tendencia a no poder abandonar la dieta. Además, si la ingestión de alimentos es rayada en el mínimo indispensable, la enferma presentará un rostro macilento y pálido, pero dado que al mismo tiempo desplegará una gran actividad y tendrá frecuentes momentos de euforia, es muy fácil convencerse de que, aunque demacrada en extremo, se encuentra bien. Otro síntoma preocupante es la amenorrea, o sea la ausencia de los períodos menstruales, que suele producirse a partir de la pérdida de unos cinco kilos. Estos primeros síntomas deben ser suficientes como para sospechar la existencia de una compulsión anoréxica.
Quienes mejor pueden comprobarla son los familiares inmediatos, a pesar de que las personas anoréxicas tienden a engañarlos de diversos modos en todo cuanto se refiere a la comida. Por ejemplo, pueden hacer ver que comen mientras, de hecho, esconden hábilmente la comida, o pueden inclusive comer con cierta abundancia y luego, a escondidas, provocar el vómito mediante la ingestión de eméticos, con lo cual habrán quedado bien ante la familia y también habrán evitado alimentarse. Otro de los trucos frecuentes a que recurren los anoréxicos consiste en comer poco en casa, aduciendo que la comida fuerte la hacen en la escuela o en el trabajo, cuando lo cierto es que allí no comen. El abuso de laxantes, diuréticos y enemas es otro recurso al que apelan los anoréxicos, sin tener en cuenta que les provoca deshidratación y una serie de trastornos bioquímicos, algunos de consecuencias imprevisibles. Por ello es aconsejable controlar, en lo posible, la cantidad de visitas al cuarto de baño y el tiempo que pasan en él. En fases más avanzadas, suelen producirse episodios que denotan una cierta hipersensibilidad, así como también períodos de depresión, ambos sin causas aparentes. Su actitud se torna antisocial, incluso hasta el punto de cortar las relaciones con antiguas amistades, y su rendimiento disminuye.
Este conjunto de factores termina por producirles una debilidad general que, a medida que la enfermedad avanza, se hace más evidente y acuciante. Además, sus defensas orgánicas se encuentran tan disminuidas, que se hallan en riesgo de contraer infecciones y contra las cuales les será muy difícil luchar.
TRATAMIENTO.
Si bien el tratamiento depende de la evolución de la dolencia, casi todos los casos son reversibles y se pueden evitar las consecuencias graves, sobre todo antes de perder más de 12 kg de peso. En todos los casos, inclusive ante los primeros síntomas, se recomienda el ingreso hospitalario, ya que para el éxito del tratamiento es conveniente separar temporalmente al enfermo de su entorno socio-familiar, que suele tener un papel importante en el desarrollo de la enfermedad.
El primer objetivo consiste en restaurar el peso ideal a un ritmo saludable a través de la dieta alimentaria. También se suele recurrir a la psicoterapia, con la participación de los padres, para solucionar los problemas que pueden haber originado la enfermedad. En algunos casos, en las primeras etapas del tratamiento se administran sedantes por vía intravenosa para evitar la euforia y la hiperactividad, sobre todo en los pacientes que saben cómo provocarse el vómito. Cabe señalar que, a veces, la hospitalización tampoco es recomendable, ya que el reposo en la cama impuesto aumenta la depresión del anoréxico.
Como en la mayoría de los casos existen recaídas después de la recuperación, conviene observar un seguimiento periódico del paciente durante los dos años siguientes a su restablecimiento
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Aunque la anorexia nerviosa es una enfermedad en sí misma, con frecuencia es un síntoma de problemas psicológicos relacionados con el entorno familiar. Su difusión es casi exclusiva en los países desarrollados y su incidencia, abrumadoramente mayoritaria entre las familias cuya situación económica oscila entre buena y excelente. Algunas adolescentes utilizan el rechazo de la comida en señal de rebelión contra situaciones familiares que las oprimen, y que por diversas causas no pueden verbalizar, o como expresión de un deseo del subconsciente de escapar a una madurez que se aproxima. Otras, emocionalmente inseguras y, en cierta medida, influidas por el moderno culto a la esbeltez, se convencen de tener un peso excesivo, aunque de hecho no lo tengan, por lo que se someten a severos regímenes de adelgazamiento con tal grado de obsesión que, casi sin darse cuenta, llegan a encontrarse en un estado anoréxico.
CAUSAS.
La anorexia es un tipo de afección bastante frecuente en la actualidad, mientras que hasta hace pocos años era considerada una rareza. Las estadísticas modernas indican que un adolescente de cada cien sufre anorexia, que en el 90% de los casos afecta a las mujeres y que es padecida por sólo uno de cada 2.000 varones, aunque su incidencia entre éstos cada día va en aumento. En casi todos los casos hay que buscar las causas en el estado psicológico de los afectados. Con frecuencia, las jóvenes experimentan una gran autoestima, así como falta de confianza en sí mismas provocadas, por ejemplo, por el hecho de pertenecer a una familia con padres superprotectores, que interfieren en la independencia de la joven y en el desarrollo de su propia identidad. Otros motivos de la aparición de la anorexia se encuentran en la obsesión de algunas jóvenes por mantener una figura aniñada y asexuada, como un rechazo a los cambios físicos y sociales que supone crecer, madurar y tener que asumir las responsabilidades inherentes a un adulto.
No obstante, en la mayoría de los casos tiene cierta influencia el concepto estético que rige en la actualidad, que asocia la belleza a la delgadez, lo que impulsa a muchas jóvenes a someterse a dietas alimentarias drásticas para aumentar su atractivo sexual. La diferencia que supone practicar un régimen estricto para una persona anoréxica y para una que no padece esta enfermedad reside en que la anoréxica está sometida a las restricciones alimentarias de forma tan impulsiva y obsesiva que no puede abandonarlas, mientras que la persona que no sufre esta dolencia puede suspenderlas cuando lo desee.
SÍNTOMAS.
Cuanto antes se detecten los síntomas de la anorexia, mayores serán las posibilidades de tratar con buen éxito a las jóvenes que la padecen. El primero de ellos es la marcada pérdida de peso sin vistas a abandonar la dieta alimentaria una vez que ya se ha logrado el propósito inicial, es decir, cuando se nota una cierta tendencia a no poder abandonar la dieta. Además, si la ingestión de alimentos es rayada en el mínimo indispensable, la enferma presentará un rostro macilento y pálido, pero dado que al mismo tiempo desplegará una gran actividad y tendrá frecuentes momentos de euforia, es muy fácil convencerse de que, aunque demacrada en extremo, se encuentra bien. Otro síntoma preocupante es la amenorrea, o sea la ausencia de los períodos menstruales, que suele producirse a partir de la pérdida de unos cinco kilos. Estos primeros síntomas deben ser suficientes como para sospechar la existencia de una compulsión anoréxica.
Quienes mejor pueden comprobarla son los familiares inmediatos, a pesar de que las personas anoréxicas tienden a engañarlos de diversos modos en todo cuanto se refiere a la comida. Por ejemplo, pueden hacer ver que comen mientras, de hecho, esconden hábilmente la comida, o pueden inclusive comer con cierta abundancia y luego, a escondidas, provocar el vómito mediante la ingestión de eméticos, con lo cual habrán quedado bien ante la familia y también habrán evitado alimentarse. Otro de los trucos frecuentes a que recurren los anoréxicos consiste en comer poco en casa, aduciendo que la comida fuerte la hacen en la escuela o en el trabajo, cuando lo cierto es que allí no comen. El abuso de laxantes, diuréticos y enemas es otro recurso al que apelan los anoréxicos, sin tener en cuenta que les provoca deshidratación y una serie de trastornos bioquímicos, algunos de consecuencias imprevisibles. Por ello es aconsejable controlar, en lo posible, la cantidad de visitas al cuarto de baño y el tiempo que pasan en él. En fases más avanzadas, suelen producirse episodios que denotan una cierta hipersensibilidad, así como también períodos de depresión, ambos sin causas aparentes. Su actitud se torna antisocial, incluso hasta el punto de cortar las relaciones con antiguas amistades, y su rendimiento disminuye.
Este conjunto de factores termina por producirles una debilidad general que, a medida que la enfermedad avanza, se hace más evidente y acuciante. Además, sus defensas orgánicas se encuentran tan disminuidas, que se hallan en riesgo de contraer infecciones y contra las cuales les será muy difícil luchar.
TRATAMIENTO.
Si bien el tratamiento depende de la evolución de la dolencia, casi todos los casos son reversibles y se pueden evitar las consecuencias graves, sobre todo antes de perder más de 12 kg de peso. En todos los casos, inclusive ante los primeros síntomas, se recomienda el ingreso hospitalario, ya que para el éxito del tratamiento es conveniente separar temporalmente al enfermo de su entorno socio-familiar, que suele tener un papel importante en el desarrollo de la enfermedad.
El primer objetivo consiste en restaurar el peso ideal a un ritmo saludable a través de la dieta alimentaria. También se suele recurrir a la psicoterapia, con la participación de los padres, para solucionar los problemas que pueden haber originado la enfermedad. En algunos casos, en las primeras etapas del tratamiento se administran sedantes por vía intravenosa para evitar la euforia y la hiperactividad, sobre todo en los pacientes que saben cómo provocarse el vómito. Cabe señalar que, a veces, la hospitalización tampoco es recomendable, ya que el reposo en la cama impuesto aumenta la depresión del anoréxico.
Como en la mayoría de los casos existen recaídas después de la recuperación, conviene observar un seguimiento periódico del paciente durante los dos años siguientes a su restablecimiento
[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen] Pe.
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Mariquita Pe- Cocinera Real
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Inscrito : 03/04/2013
Re: Anorexia: síntomas, causas y tratamiento
que tremenda enfermedad ,cuantas vidas se lleva solo por lo exterior ,una pena
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