Enfermedad de Parkinson
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Enfermedad de Parkinson
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«Parkinson» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Parkinson (desambiguación).
Enfermedad de ParkinsonClasificación y recursos externosCIE-10CIE-9CIAP-2OMIMDiseasesDBMedlinePlusPubMedeMedicine[Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]Aviso médico
Una tomografía por emisión de positrones con fluorodesoxiglucosa (18F)
(FDG)]: áreas más calientes reflejan incremento en la captación de
glucosa; y puede revelar actividad dopaminérgica mermada en los ganglios basales y facilitar el diagnósticoG20, F02.3 332.0 N87 168600 9651 000755 Buscar en Medline mediante PubMed [color=#555](en inglés) neuro/304
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Esquema de la dolencia de Parkinson, publicado en A Manual of Diseases of the Nervous System, 1886
La enfermedad de Parkinson (EP), también denominada Parkinsonismo idiopático o parálisis agitante,1
es un trastorno neurodegenerativo crónico que conduce con el tiempo a
una incapacidad progresiva, producido a consecuencia de la destrucción,
por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra.2 3
Frecuentemente clasificada como un trastorno del movimiento, la
enfermedad de Parkinson también desencadena alteraciones en la función
cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.4
Esta enfermedad representa el segundo trastorno neurodegenerativo por su frecuencia, situándose únicamente por detrás de la enfermedad de Alzheimer.2
Está extendida por todo el mundo y afecta tanto al sexo masculino como
al femenino, siendo frecuente que aparezca a partir del sexto decenio de
vida. Sin embargo, además de esta variedad tardía, existe otra versión
precoz que se manifiesta en edades inferiores a los cuarenta años.1 2
En la actualidad, el diagnóstico está basado en la clínica,
puesto que no se ha identificado ningún marcador biológico de esta
enfermedad. Por ello, el diagnóstico de la misma se apoya en la
detección de la característica tríada rigidez-temblor-bradikinesia y en
la ausencia de síntomas atípicos, aunque también tiene importancia la
exclusión de otros posibles trastornos por medio de técnicas de imagen
cerebral o de analíticas sanguíneas. En el año 1997, la Organización Mundial de la Salud estableció que el 11 de abril se celebraría el Día mundial
del Parkinson, con el objetivo de acrecentar la concienciación de las
necesidades de las personas aquejadas de esta dolencia. Fue esta la
fecha escogida al coincidir con el nacimiento de James Parkinson, el médico británico que describió por primera vez la «parálisis agitante», término que él mismo acuñó.5
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Descubrimiento
Índice
La enfermedad fue descrita y documentada en 1817 (Essay on the Shaking Palsy) por el médico británico Dr. James Parkinson; los cambios bioquímicos asociados fueron identificados en los años 1960.
En la década de los ochenta fue identificada la causa subyacente de la enfermedad de Parkinson: la pérdida de células dopaminérgicas, principalmente a nivel de la sustancia negra. En base a esto se han desarrollado distintos tratamientos, basados en la administración exógena de L-DOPA como reemplazo a la dopamina faltante,
e incluso se han realizado pruebas con el fin de implementar el uso de
injertos de células dopaminergicas y restituir la función de las células
perdidas por la patología. 6
El Parkinson es el ejemplo más común de una serie de trastornos
neurodegenerativos caracterizados por la acumulación en las neuronas
presinápticas de la proteína α-sinucleina. Casi todas las formas de
parkinsonismo son el resultado de la reducción de la transmisión
dopaminérgica en las neuronas de los ganglios basales, parte de las vías dopaminérgicas del cerebro.7
Epidemiología
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El consumo de agua proveniente de pozos, puede ser una de las razones
por las que existe una mayor prevalencia de EP en el ámbito rural.8
Globalmente, la incidencia anual de EP es de dieciocho nuevos casos por cada cien mil habitantes, pero la alta esperanza de vida
que suelen presentar los pacientes hace que la prevalencia de la
enfermedad en la población sea cuantitativamente mayor que la
incidencia, registrándose unos ciento sesenta y cuatro casos por cada
cien mil habitantes. Según los estudios auspiciados por el grupo de
estudio del Europarkinson, la prevalencia de EP en el continente europeo
es de 1,43% en las personas que superan los sesenta años de edad,
aunque se han hecho estimaciones en estados como España o Reino Unido,
que exponen que cerca de ciento veinte mil habitantes se ven afectados
por esta enfermedad en sendos países. En América del Norte la cifra se
dispara hasta el millón de pacientes aquejados de EP, estando afectada
un 1% de la población que supera los 65 años.
En edades tempranas, concretamente antes de los cuarenta años, la EP es excepcional y su prevalencia
es menor del 1/100000. La incidencia de esta enfermedad empieza a
aumentar a partir de los cincuenta años y no se estabiliza hasta los
ochenta, si bien este hecho puede ser resultado de un sesgo de
selección.
Es una enfermedad presente en todas las regiones del mundo y en todos
los grupos étnicos, aunque su prevalencia en los individuos de origen caucásico
(fluctúa entre los ochenta y cuatro y los doscientos setenta casos por
cada cien mil habitantes) es más importante que entre los individuos de
otros orígenes étnicos donde parece ser que se registran muchos menos
casos.[cita requerida]
A nivel mundial, se ha sugerido la existencia de un patrón de
prevalencia que decrece de norte a sur. Por otra banda, varios estudios
han puesto al descubierto una prevalencia acentuada de EP en el medio
rural, especialmente entre los varones. Esto podría ser debido a que la
vida en el campo podría incluir diferentes exposiciones
medioambientales, como algunas sustancias identificadas en el agua de
los pozos o a los pesticidas e insecticidas.8
Evolución de la mortalidad
Los estudios sobre la mortalidad en la EP se encuentran limitados por
la escasez de precisión de los certificados de defunción, así como por
la confusión diagnóstica entre el parkinsonismo idiopático y otros tipos
de trastornos neurodegenerativos. Con todo ello, puede establecerse que
las tasas de mortalidad por EP son bajas para cualquier estrato de edad
y que la edad de la muerte de los pacientes ha ido desplazándose hasta
edades más avanzadas, por un progresivo aumento de la esperanza de vida.
Además, todo parece indicar que el tratamiento con levodopa reduce el
riesgo de muerte de los pacientes, especialmente durante los primeros
años de la enfermedad. De hecho, y en efecto la mortalidad estandarizada
de la EP se situaba en 2,9 antes de haberse producido la introducción
de la levodopa, pues tras la aparición del fármaco la cifra experimentó
un colosal descenso que la dejó en 1,3, proporcionándole a los pacientes
una esperanza de vida que rozaba la normalidad. Sin embargo, una
revisión sistemática del efecto de levodopa en el cambio de la esperanza
de vida demostró que la mejora que se había producido a consecuencia
del tratamiento farmacológico era menor, con una estimación de la
mortalidad estandarizada de 2,1.Nota 1
Cuando se sobreviene la muerte en los pacientes aquejados de EP, esta suele ser debida a una infección
intercurrente, generalmente torácica, o a un traumatismo producido en
alguna de las caídas ocasionadas por la inestabilidad postural. Cabe
destacar, que los paciente con EP tienen una menor probabilidad de
fallecer a consecuencia de cáncer o de enfermedades cardiovasculares que la población general y de parolito también.
Características clínicas
El diagnóstico puede realizarse en aquellos individuos que presenten al menos 2 de 4 signos cardinales:- Temblor en reposo.
- Hipertonía Muscular (rigidez muscular).
- Bradicinesia (lentitud en los movimientos voluntarios e
involuntarios, pero principalmente dificultad para comenzar y
terminarlos). - Pérdida de reflejos posturales.
El temblor en reposo está presente en ~85 % de los casos de EP. La
ausencia de expresión facial, disminución del parpadeo y del movimiento
de los brazos al caminar completan el cuadro clínico.
Manifestaciones motoras [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]- Bradicinesia.
- Alteración de la motricidad fina.
- Micrografía (Estado en que la letra en manuscrita del paciente cada vez se hace más pequeña e ilegible).
- Hipofonía.
- Sialorrea. (Producción excesiva de saliva)
- Temblor en reposo de 4 a 6 Hz.
- Rigidez muscular.
- Signo o Fenómeno de la Rueda dentada.
- Alteración de la postura.
- Inestabilidad postural.
No todos los síntomas aparecen en todos los pacientes y la evolución y
progresión de la enfermedad es muy variable según los casos.
El tipo de temblor que aparece en pacientes con enfermedad de
Parkinson consiste en una especie de agitación que aparece cuando el
paciente está en reposo pero que disminuye cuando el paciente está
realizando alguna actividad o durante el sueño. La enfermedad puede
aparecer con una ligera contracción en la cual el temblor suele afectar
al brazo, la mano o los dedos conocido como «movimiento de hacer píldoras» o «movimiento de contar monedas»
que se caracteriza por un movimiento de desplazamiento hacia adelante y
atrás de los dedos pulgar e índice. Los síntomas de temblor afectan
inicialmente un solo lado del cuerpo.
La pérdida del equilibrio puede hacer que el paciente se caiga y
producir lesiones. Esta dificultad y la pérdida de la capacidad de
mantener la postura se ven afectadas principalmente en la marcha, al
girar y al permanecer de pie. También al intentar levantarse o al
inclinarse adelante. Es por eso que se recomienda usar un andador o un
bastón.
La bradicinesia o lentitud en los movimientos hace que el paciente
tenga que esforzar el doble para realizar sus tareas cotidianas porque
se ven afectados, sobre todo, los movimientos de precisión como
abrocharse los botones o escribir. Cuando la enfermedad avanza puede
tener dificultades para levantarse de la silla, darse vuelta en la cama y
tiene que caminar lentamente. Suele aparecer una «congelación» durante un breve período de tiempo cuando está caminando.
Como se trata de un trastorno progresivo los síntomas empeoran
gradualmente con el tiempo. En general los síntomas se ven agravados por
el estrés y las situaciones emocionales que causan ansiedad. la parte
psicológica es muy importante. Los síntomas suelen mejorar con el
descanso, el sueño y se utilizan técnica de relajación o cualquier
estrategia para controlar el estrés y la ansiedad.
Características no motoras- Depresión y ansiedad.
- Alteraciones cognitivas.
- Trastornos del sueño.
- Alteraciones sensoriales y dolor.
- Anosmia. (Pérdida o disminución del sentido del olfato)
- Trastornos de la función autonómica.
A veces los pacientes refieren dolor en las piernas por calambres,
frío, ardor o sensación de entumecimiento y dolor de cabeza (cefalea) o
dolor de cintura (lumbar).
Las dificultades para dormir se deben a la ansiedad, el dolor o la
rigidez muscular. Es fundamental que el paciente duerma bien y realice
un buen descanso porque el sueño reparador mejora los síntomas
parkinsonianos. El cansancio es un estado de agotamiento físico y mental
muy común en pacientes parkinsonianos. Puede ser consecuencia de los
medicamentos, de la depresión o del esfuerzo extra necesario para
realizar las tareas cotidianas y enfrentar los síntomas de la
enfermedad. Esto puede ser mejorado con la medicación adecuada si se
identifica cual es la causa que lo provoca.
La depresión puede ser causada por la enfermedad o por una reacción a
la misma. Algunos pacientes se deprimen cuando les dan el diagnóstico.
Los signos de depresión incluyen alteraciones del sueño, de la memoria,
del apetito, del interés en la vida social o sexual, pérdida de energía o
motivación para ciertas cosas y un concepto negativo de sí mismo. Al
paciente le cuesta aceptar su estado y se enoja por sus limitaciones.
La ansiedad aparece ante cualquier situación estresante, por no poder
realizar las tareas cotidianas como el paciente estaba acostumbrado o
por tener que hablar en público. La ansiedad puede llegar incluso a
provocar mayor inestabilidad, dificultad para respirar y sudoración
excesiva. Para evitar que esto suceda son de gran ayuda las técnicas de
relajación.
Entre las alteraciones cognitivas suelen aparecer dificultades en la
concentración, la memoria, el pensamiento enlentecido, la capacidad para
planificar tareas complejas o para realizar varias tareas a la vez.
La contención emocional de las personas que rodean al paciente es
fundamental y un componente clave en la atención del parkinsoniano pues
le proporciona numerosos beneficios.
La confusión y las alucinaciones que pueden aparecer son efectos
secundarios de la medicación parkinsoniana y no de la enfermedad misma.
Efectos secundarios
La disfunción autonómica se acompaña de diversas manifestaciones: hipotensión ortostática, estreñimiento, urgencia miccional, sudoración excesiva, seborrea.
La hipotensión ortostática puede ser ocasionada tanto por la
denervación simpática del corazón como por efecto colateral de la
terapia dopaminomimética.
La depresión afecta a aproximadamente el 50% de los pacientes con
enfermedad de Parkinson y puede presentarse en cualquier momento de
evolución de la enfermedad, sin embargo se debe tener en cuenta que
puede ser agravada por la administración de agentes antiparkinsonianos y
psicotrópicos; otras causas de depresión refractaria al tratamiento incluyen: hipotiroidismo, hipogonadismo, déficit de vitamina B12.
Los síntomas psicóticos (más que una genuina psicosis se trata de la semiología de una demencia)
afectan a 6 – 45% de los pacientes, en etapas tempranas incluyen
alucinaciones visuales, aunque la depresión y la demencia son los
principales desencadenantes de la psicosis, también lo es la
administración de agentes dopaminérgicos, anticolinérgicos, amantadina, selegilina.
Etiología
Un grupo de investigadores alemanes y españoles, con Francisco
Pan-Montojo a la cabeza ha publicado un artículo en la revista
"Scientific Reports" confirmado la relación directa entre la exposición
crónica a pesticidas y el Parkinson, y la proteína implicada en la
progresión de la enfermedad 9 10 11 12
Según Francisco Pan-Montojo: «Hemos descubierto el mecanismo con el
cual los pesticidas inducen la propagación y el inicio de la patología
de Parkinson en ratones. Hemos verificado que sólo con que el pesticida
(en este caso rotenona) actúe sobre el intestino, ya no hace falta que
llegue a la sangre ni nada, sino que sólo actuando en el intestino ya
hace que se detone todo el proceso»
Este descubrimiento abre la vía para el diagnóstico precoz del
párkinson a partir de la detección de la proteína alterada y para el
desarrollo de fármacos que inhiban la acción de la proteína e impidan la
progresión de la enfermedad.
Pan-Montojo ya está trabajando en el diseño de un fármaco en colaboración con la Universidad de Múnich.
Han surgido múltiples hipótesis patogénicas. Entre las mejor
fundamentadas se encuentran las que implican un factor tóxico, hasta
ahora desconocido, y factores genéticos.
Independientemente de cual sea la causa última, se conocen diversos
procesos probablemente implicados en la producción del daño neuronal.
Entre ellos la formación de radicales libres. Estos son compuestos inestables debido a que carecen de un electrón. En un intento por reemplazar el electrón que falta, los radicales libres reaccionan con las moléculas circundantes (especialmente metales tales como el hierro), en un proceso llamado oxidación. Se considera que la oxidación ocasiona daño a los tejidos, incluidas las neuronas. Normalmente, los antioxidantes, productos químicos que protegen a las células de este daño, mantienen bajo control el daño producido por los radicales libres. Las pruebas de que los mecanismos oxidativos pueden ocasionar o contribuir a la enfermedad de Parkinson incluyen el hallazgo de que los pacientes con la enfermedad tienen niveles elevados de hierro en el cerebro, en especial en la materia gris, y niveles decrecientes de ferritina, que sirve como mecanismo protector rodeando o formando un círculo alrededor del hierro y aislándolo.
Otros científicos han sugerido que la enfermedad de Parkinson puede ocurrir cuando una toxina externa o interna destruye selectivamente las neuronas dopaminérgicas. Un factor de riesgo ambiental tal como la exposición a pesticidas, o una toxina
en el suministro de alimentos, es un ejemplo de la clase de
desencadenante externo que pudiera, hipotéticamente, ocasionar la
enfermedad de Parkinson. La teoría tiene entre sus apoyos el hecho de
que algunas toxinas, tales como 1-metil-4-fenil-1,2,3,6, -tetrahidropiridina (MPTP)
inducen síntomas similares a los de la enfermedad de Parkinson así como
lesiones en las neuronas de la materia gris en los seres humanos y en
animal. Sin embargo, hasta la fecha, ninguna investigación ha
proporcionado prueba definitiva de que una toxina sea la causa de la enfermedad.
Una teoría relativamente nueva explora el papel de los factores genéticos en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
De un 15 a un 25 por ciento de los pacientes de Parkinson tienen un
familiar cercano que ha experimentado síntomas de Parkinson. Después de
que los estudios en animales demostraran que MPTP interfiere con el funcionamiento de las mitocondrias dentro de las células nerviosas, los investigadores se interesaron en la posibilidad de que el deterioro en el ADN de las mitocondrias puede ser la causa de la enfermedad de Parkinson. Las mitocondrias son orgánulos esenciales que se encuentran en todas las células animales que convierten la energía de los alimentos en combustible para las células.
Por último, otra teoría propone que la enfermedad de Parkinson ocurre cuando, por causas desconocidas, el desgaste de las neuronas productoras de dopamina normal, relacionado con la edad, se acelera en ciertas personas. Esta teoría se sustenta en el conocimiento de que la pérdida de mecanismos protectores antioxidativos está asociada con la enfermedad de Parkinson y el envejecimiento.
Muchos investigadores creen que una combinación de estos cuatro
mecanismos - daño oxidativo, toxinas ambientales, predisposición
genética y envejecimiento acelerado - finalmente se identificarán como
causas de esta enfermedad.
Una lista de referencia de los genes y los factores de riesgo, junto
con un análisis Kegg vías de candidatos gen de susceptibilidad está
disponible en esta base de datos
Varias de las vías genéticas pueden estar directamente relacionados con
los factores de riesgo ambientales, por ejemplo, el metabolismo de la
toxina p450 vías, la entrada de patógenos o inmune vías, lo que sugiere
que pueden actuar en sinergia o condición efectos de cada uno. (con
traducción)
Diagnóstico
El diagnóstico de EP, que es generalmente clínico, puede llegar a
revestir una gran complejidad. Esta dificultad en la diagnosis es
corriente que aparezca en los primeros estadios de la enfermedad, cuando
los síntomas que el paciente presenta pueden ser atribuidos a otros
trastornos. Consecuencia directa de este hecho es la elaboración de
diagnósticos erróneos.
Es importante dentro de la semiologia de la enfermedad de Parkinson,
realizar un exhaustivo interrogatorio para averiguar otras posibles
causas que diferencien a la enfermedad de Parkinson con otros posibles
síndromes extrapiramidales, ya que de inicio no existe una diferencia
clara en el diagnóstico por las características clínicas que son
compartidas por otros trastornos del movimiento.
No existe ninguna prueba de laboratorio o estudio radiológico que
permita diagnosticar la enfermedad, aunque algunas empresas de
diagnósticos genéticos sí que ofrecen test para la secuenciación de los
genes SPARK1, SPARK2 y SPARK4 altamente relacionados con la enfermedad,
aunque la detección de mutaciones en estos genes no determina
terminantemente el futuro desarrollo de la enfermedad en el individuo.
Este tipo de pruebas están dirigidas a familias con alta incidencia de
la enfermedad de Parkinson y que los enfermos en su gran mayoría
presentaran alguna mutación concreta en alguno de estos genes SPARK. En
estos casos se podría secuenciar en alguno de sus descendientes el gen
en el cual se presenta la mutación familiar, aunque aun así, la
existencia o no de la mutación no asegura la presencia de la enfermedad.
Con todo esto ni siquiera es recomendable realizar este tipo de
secuenciaciones si no se ha presentado previamente ningún síntoma de la
enfermedad, al ser una enfermedad grave y actualmente sin cura, los
pacientes rara vez prefieren no saber su futuro con respecto al
Parkinson.
También es frecuente que se realicen analíticas sanguíneas con el
objetivo de descartar otros posibles trastornos, como el hipotiroidismo
(al igual que EP, conlleva una ralentización en los movimientos), una
disfunción hepática o patologías autoinmunes. Por otra parte, las
técnicas de imagen cerebral, como son la resonancia magnética, la
tomografía por emisión de positrones o la tomografía por emisión de
fotón único, son eficaces a la hora de excluir otras dolencias que
desencadenen síntomas parecidos a los de EP, como un accidente
cerebrovascular o un tumor cerebral.
Resulta habitual que los facultativos formulen preguntas al paciente
con las que pretenden dilucidar si este consumió alguna clase de
estupefaciente o si estuvo expuesto a virus o toxinas medioambientales,
para así determinar si un factor específico pudo haber sido la causa de
un parkinsonismo. Es objeto de observación la actividad muscular del
paciente durante un periodo de tiempo, pues con el avance de la
enfermedad los trastornos motores específicos se vuelven más evidentes.
Un indicativo diagnostico suele ser la prueba terapéutica, que consiste en la aplicación de terapia farmacológica con Levodopa
(que es considerado el fármaco de elección en el tratamiento de
enfermedad de Parkinson) por al menos 30 días observando de cerca la
evolución del paciente. Se considera prueba Positiva si responde
radicalmente al tratamiento con Levodopa y se considera negativa si no existe respuesta en absoluto. La prueba terapéutica con Levodopa
suele ser confirmatoria si se sospecha la enfermedad; sin embargo si la
prueba resulta negativa el médico tendrá que seguir investigando otras
probables causas del trastorno o realizar estudios de mayor profundidad
como los marcadores genéticos[1].
Tratamiento
El tratamiento de la enfermedad de Parkinson consiste en mejorar, o
al menos mantener o prolongar la funcionalidad del enfermo durante el
mayor tiempo posible. En la actualidad, el tratamiento puede ser de tres
tipos (aunque son viables combinaciones): farmacológico, quirúrgico y
rehabilitador.
Tratamiento farmacológico
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Fórmula desarrollada de la dopamina.
Muchos de los síntomas característicos de la enfermedad de Parkinson son debidos a una deficiencia de dopamina
en el cerebro, pero el suministro de este neurotransmisor al paciente
con el objetivo de reponer las reservas agotadas no resulta eficaz,
puesto que la dopamina no puede pasar del torrente sanguíneo
al cerebro. Por ello, los fármacos que se emplean en el tratamiento de
la enfermedad de Parkinson (fármacos anti-parkinsonianos) usan otras
vías para restituir de forma temporal la dopamina en el citado órgano o
bien, imitan las acciones de la misma.
Pese al optimismo reinante en un principio, ninguno de los fármacos
usados en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson actúa sobre la
progresión de la enfermedad. En la actualidad, los fármacos más usados
son levodopa y varios agonistas de dopamina, aunque también tienen
cierta relevancia otros como la selegilina (inhibidor de la MAO-B), la amantadina (liberador de dopamina) o la benzatropina (antagonista del receptor muscarínico de la acetilcolina).
Levodopa
Artículo principal: Levodopa.
La levodopa,
un fármaco oral que se introdujo en 1967 para tratar afecciones tales
como la bradicinesia, la rigidez o el temblor, es el fármaco
anti-parkinsoniano que reporta una mayor eficacia en la actualidad.
Generalmente se combina con carbidopa o benseracida, lográndose con esto
una reducción en las dosis necesarias y un amortiguamiento de los
efectos secundarios periféricos. La estructura que la levodopa presenta
permite que esta penetre en el cerebro, donde se sobreviene la
transformación en dopamina, aunque cuando se administra En torno a un
80% de los pacientes tratados con levodopa manifiesta una mejoría
inicial, sobre todo en lo referido a rigidez e hipocinesia, mientras que
un 20% de las personas llega a recuperar por completo la función
motora.
Agonistas dopaminérgicos
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Fórmula desarrollada de la bromocriptina.
La efectividad de los agonistas de la dopamina sobre el control de los síntomas, especialmente sobre la bradicinesia
y la rigidez, es sensiblemente menor que la de la levodopa, pero esto
queda en parte compensado por una vida media más larga y una menor
incidencia de desarrollo de fenómeno «encendido-apagado» y discinesias.Nota 2
Con la excepción de la cabergolina, el resto pueden usarse en
monoterapia o asociados a levodopa. La utilización de estos fármacos se
está extendiendo cada vez más como tratamiento único en los estadios
tempranos de la enfermedad de Parkinson, siempre y cuando no se presente
un predominio de temblor, con la finalidad de retrasar lo máximo
posible la introducción de levodopa.13
La bromocriptina, un derivado de los alcaloides del Claviceps purpurea, es un potente agonista de la dopamina en el sistema nervioso central. Inhibidor de la adenohipófisis, fue usado inicialmente para tratar afecciones como la galactorrea o la ginecomastia,
pero con posterioridad fue constatada su eficacia en la enfermedad de
Parkinson. Su acción se prolonga más en el tiempo que la de la levodopa,
de modo que no es necesario administrarla con tanta frecuencia. Se
esperaba que la bromocriptina fuese eficaz en aquellos pacientes que
dejasen de responder a levodopa por pérdida de neuronas dopaminérgicas,
pero este hecho todavía no ha sido confirmado. Entre sus efectos
adversos sobresalen las náuseas y vómitos, pero también se pueden
presentar otros tales como congestión nasal, cefalea, visión borrosa o
arritmias.14
Otros agonistas dopaminérgicos son la lisurida, cuyos efectos
adversos son parecidos a los de la bromocriptina, su administración es
parenteral y actualmente no está aprobada para el tratamiento de la
enfermedad de Parkinson en EUA, solo en Europa; la pergolida, que es el
más potente y uno de los que más vida media presenta, sin embargo este
medicamento fue retirado en marzo del 2007 del mercado estadounidense
por su asociación con valvulopatías cardiacas; el pramipexol, un
compuesto no ergolínico que produce efectos clínicos de importancia
sobre el temblor y la depresión; el ropirinol, que al igual que el
anterior es un compuesto no ergolínico, pero a diferencia de este puede
causar crisis de sueño; y la cabergolina, que es un derivado ergolínico,
con una larga semivida de eliminación que permite administración única
diaria. Cabe destacar que los tres últimos agonistas de los receptores
de dopamina son los que más recientemente se han introducido en el
panorama farmacológico.13
Inhibidores de la monoaminooxidasa B: selegilina
La selegilina es un inhibidor de la MAO selectivo para la MAO-B, que
es la predominante en las zonas del sistema nervioso central que tienen
dopamina. Con la inhibición de la MAO-B se consigue proteger a la
dopamina de la degradación intraneuronal, así que en un principio este
fármaco fue utilizado como un complemento de levodopa.
Tras descubrirse la participación de la MAO-B en la neurotoxicidad,
se planteó la posibilidad de que la selegilina podría tener efecto
neuroprotector retrasando la progresión de la enfermedad.15
Liberadores presinápticos de dopamina: amantadina
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Fórmula desarrollada de la amantadina.
El descubrimiento accidental en 1969 de que la amantadina resultaba
beneficiosa en la enfermedad de Pakinson, propició que esta dejase de
ser usada únicamente como un fármaco antiviral, que era para lo que
había sido concebida. Aunque los científicos no conocen con exactitud
cómo actúa, han sido propuestos numerosos posibles mecanismos de acción
partiendo de pruebas neuroquímicas que indican que incrementa la
liberación de dopamina, inhibe la recaptación de aminas o ejerce una
acción directa sobre los receptores de dopamina. Con todo ello, estudios
recientes han sacado a la luz que inhibe la acción del glutamato, una
sustancia química cerebral que provoca la generación de radicales
libres.
Además de no ser tan eficaz como la levodopa o la bromocriptina, la
acción de la amantidina se ve disminuida con el transcurso del tiempo.
En contraposición a esto, sus efectos secundarios son cualitativamente
similares a los de la levodopa, pero ostensiblemente menos importantes.
Actualmente hoy se utiliza la amantadina asociada a Levodopa para
logar controlar los trastornos motores, especialmente la discinecia y
prolongar la vida útil de la Levodopa.
Tratamiento quirúrgico
A mediados del siglo XX, la neurocirugía era el método que con más
frecuencia se utilizaba para tratar el temblor y la rigidez
característica de los pacientes aquejados de la enfermedad de Parkinson,
pero el problema se hallaba en que no siempre se tenía éxito en las
intervenciones quirúrgicas y en las complicaciones de gravedad que
solían surgir. Con este panorama, el uso de la cirugía se vio reducido a
partir de 1967 con la introducción en el mercado de la levodopa, un
tratamiento alternativo que proporcionaba más seguridad y eficacia. Pero
con el avance tecnológico experimentado en estos últimos años, se han
logrado conseguir novedosas técnicas de imagen cerebral que han
permitido mejorar la precisión quirúrgica, recuperando la neurocirugía
su popularidad como tratamiento para algunas personas con enfermedad de
Parkinson que por diversos motivos, ya no responden al tratamiento con
fármacos.
Trasplante nervioso
Fue la enfermedad de Parkinson la primera enfermedad
neurodegenerativa en la que se intentó realizar un trasplante nervioso
en 1982, siendo este un hecho que alcanzó una notable repercusión
mediática.
Tratamiento rehabilitador
Es importante que los pacientes realicen ejercicio de manos.
Si con el tratamiento farmacológico se consigue que los pacientes
mejoren en cuanto a los síntomas motores se refiere, no sucede lo mismo
con el equilibrio, pues este va empeorando a lo largo del transcurso de
la enfermedad. De hecho, se han llevado a cabo varios estudios que
demostraron que no se experimentan cambios en el equilibrio global en
pacientes con enfermedad de Parkinson en relación con la administración
del tratamiento farmacológico.
Prevención
En los últimos años se han realizado múltiples estudios con el fin de
identificar factores exógenos que pudieran modificar el riesgo de
desarrollar esta enfermedad. Mediante estudios caso-control
retrospectivos se ha intentado relacionar el consumo regular de
antinflamatorios no esteroideos y de ciertas vitaminas con un menor
riesgo de enfermedad de Parkinson pero los resultados de estos estudios
son contradictorios y no es posible en estos momentos inferir que el
consumo de estos fármacos reduzca el riesgo de padecer Parkinson. La
asociación más firme actualmente es la mayor incidencia de la enfermedad
entre no fumadores: existe una relación en la alteración en los niveles
de dopamina
producidas por el tabaco y un decremento del riesgo de contraer
Parkinson, pero los mecanismos de tal relación aún no se encuentran
determinados.16
Algunos estudios sugieren una relación entre el consumo de lácteos y la enfermedad de Párkinson.17 18 19
Notas- ↑ Cuando
la mortalidad estandarizada (ME), que se obtiene por medio de estudios
de cohortes y de casos o controles que comparan la mortalidad en la EP
con la de la población general, excede a cifra de 1, esto supone una
disminución en la esperanza de vida. - ↑ Un
cambio repentino, que va de una movilidad aceptable a un falta casi
total de movilidad, recibe el nombre de fenómeno «encendido-apagado».
Este hecho suele estar vinculado a los medicamentos.
ize] - Temblor en reposo.
anika- La dama de corazones
- Mensajes : 24366
Inscrito : 20/01/2010
Re: Enfermedad de Parkinson
interesante,por suerte hoy en dia existen tratamientos que mejora mucho la calidad de vida de los pacientes
Re: Enfermedad de Parkinson
pues si juca por suerte ay mejores medicamentos y tambien mejores cuidados que eso tambien es muy importante los buenos cuidados ..
anika- La dama de corazones
- Mensajes : 24366
Inscrito : 20/01/2010
Re: Enfermedad de Parkinson
muy bueno anika,ojala la ciencia avance mucho mas en esta enfermedad y consigan dominarla mucho mas
Re: Enfermedad de Parkinson
ojala se consiga eliminar esta enfermadad porque hay muchas personas que lo padecen gracias nefer [Tienes que estar registrado y conectado para ver esa imagen]
anika- La dama de corazones
- Mensajes : 24366
Inscrito : 20/01/2010
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