Chistes cortos-todos aqui

Mami, mami es malo tener pene? - No hijo, ¿por qué? - Porque mi hermano esta todo sudado en el baño tratando de arrancárselo...

La esposa oye un ruido y dice Viejo, viejo vieeejo asomate por la ventana pa'que crean que tenemos perro. Y el viejo le responde Asomate tu pendeja e mierda! Pa'que crean que la casa esta embrujada

Estaban dos murciélagos colgados cabeza abajo y le pregunta uno al otro: hey Parce, cual ha sido el peor Día de tu vida? - marica, el Día que tuve diarrea.... Me cagué todito..!!.

Pregunta la profesora a Juanito: En que trabaja tu mama? JUANITO: Seño, mi mama trabaja de sustituta PROFESORA: Pero juanito, sustituta, no sera Prostituta? JUANITO: Si seño mi mama es sustituta, la prostituta es mi tia y cuando ella no puede ir, va mi mama

2 Viejitos: ¿Que estas leyendo? -Estoy leyendo historia! ¿Pero si ese libro es de sexo? -Por eso, para mi el sexo es ya historia!

Oiga compadre, tengo tos! -Tómese este LAXANTE -¿Y se me quita la tos? -No, pero le va a dar miedo toser!

¿Sabes por qué el parabrisas es más grande que el retrovisor?

Porque el camino que tienes delante es más importante que el que dejas atrás.

Estaba un viejito sentado en un banco de una plaza, cuando un muchacho se sienta
a su lado con los pelos tiesos y teñidos de azul, rojo, amarillo y verde....
El viejo se queda mirándolo un rato, atónito; hasta que el chaval le dice:
- Qué pasa gilipollas? ¿Qué miras con esa cara, nunca has hecho una locura en tu vida ?
A lo que el viejo, sin exaltarse, le contesta:
- Sí, una vez me emborraché y me lié con un loro...
Y justamente me preguntaba... No serás mi hijo?
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LA LÁMPARA MARAVILLOSA

Un hombre iba caminado por la calle y se encuentra una lámpara; la frota y sale un genio:
- Por haberme liberado te concedo un deseo. El hombre, en cuestión, después de deliberar unos minutos le dice al genio:
- Genio, ¿puedo pedir lo que quiera? - A lo que éste le responde:
- Claro. El hombre le dice:
- Pues este es mi deseo: a partir de ahora quiero mear champán - Y entonces el genio le concede el deseo.
Al tiempo, el hombre llega a casa y, emocionadísimo, le dice a su señora:
- María, ¡mira lo que me ha pasado¡ - y le cuenta lo ocurrido:
- ¿Así?, pues vamos a celebrarlo - le dice ella.
- ¡Sí, sí¡ - exclama el marido:
- Ve a la cocina y tráete una copa.
- ¿Una copa? - pregunta sorprendida la mujer:
- Querrás decir que traiga dos, ¿no?: una para ti y otra para mí -
Y entonces el marido le responde:
- ¡no, no¡ sólo una.
- ¿Y eso? - le pregunta ella - a lo que él le contesta:

- ¡PORQUE TÚ VAS A BEBER DIRECTAMENTE DE LA BOTELLA¡

aja: aja: