cabalgando

Un hombre va cabalgando por el monte. De repente, su equino ve una
serpiente, se asusta y relincha. El hombre rápidamente saca su
revolver, apunta y, cuando está listo para pegarle un plomazo a la
serpiente, la pinche serpiente le dice: ¡¡¡No me mates, yo soy un genio
y te puedo conceder tres deseos!!! (Si el hombre no creía en genios,
cuando oye a la culebra hablando tan claramente, se convenció que
era mejor darle el beneficio de la duda). ¡Está bién! Quiero que mi
casa, desde el muro de afuera hasta las macetas, toda sea de oro
sólido. ¡¡¡Quiero también tener la cara de Antonio Banderas!!! ¡¡¡Quiero
tener los genitales como los de este animal !!! y señala hacia abajo,
hacia su montura. Todos tus deseos se harán realidad, si me dejas
escapar -le dijo la serpiente, mientras se escondía en el monte. El
hombre picó espuelas, iba en chinga para su casa y, cuando estaba
todavía un poco lejos, vio un resplandor muy extraño. Al acercarse,
vió que era el muro de su casa, que brillaba porque se había
convertido en oro. Al entrar, vio que las matas del jardin, los
muebles, todo, era de oro, ¡¡¡No mames!!!, dijo. Desesperado, se mete
corriendo en el baño, se ve la cara en el espejo (de oro) y ve que
es la fotocopia de Antonio Banderas. Ya completamente loco, se
suelta la correa, se desabotona el pantalón, se lo baja junto con
los interiores y grita:
AAAAAAAHHH!!! ...
H.P.... !!! ME LLEVÉ A LA YEGUA!!

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